Y qué me da la Chusa... Se acaba Bajarse al Moro, sí. Me tengo que hacer a la idea porque va a ser duro. Todavía quedan tres o cuatro semanas pero por si acaso me lo voy planteando para que luego el síndrome del nido vacío no sea demasiado acentuado. Esto es como una separación dolorosa en la que sabes que el final llega pero no quieres aceptarlo. No me extraña. Chusa es lo más grande que me ha pasado hasta ahora. Este personajillo entrañable y tierno, dulce y cariñoso, mandona hasta morir me ha robado el corazón para toda la vida. Seguro que todas las actrices que lo representaron no tenían ganas de separarse de ella. Yo tampoco. Pero tenemos que decirnos adiós. Me iré seguro con la sensación de que siempre pude darte más y no lo hice. Pero te dí lo que pude, y con todo el cariño y entrega. No se si te entendí del todo, o si tu eras yo, o si yo ya era tú, o si más bien nos habíamos fusionado en una sola Chusa mezcla de las dos. El caso es que me has dado mucho Chusa...y que...
mi Chusa: tu serás siempre mi Chusa.

2 comentarios:

  1. Anónimo30.1.09

    Si te sirve para algo, soy una estudiante de Filología y estoy haciendo un trabajo sobre Bajarse al moro, he visto tu interpretación y has representado a la Chusa que me imaginé leyendo la obra,creo que captaste muy bien su esencia y la supiste adpatar perfectamente a la sociedad actual. Lo pasé muy bien contigo en el teatro.

    ResponderEliminar
  2. Anónimo30.1.09

    Muchísimas gracias!Es un pedazo de piropo lo que me dices. Lo hice con mucho amor y entusiasmo. Fue una experiencia inolvidable meterse en el papel de esta mujer tan ingenua y de corazón enorme. Te agradezco infinitamente el comentario y me alegro de veras que te llegara como tú lo imaginabas.

    ResponderEliminar